jueves, 22 de diciembre de 2011

Un hombre gastado - Margarita García Robayo-

Este era un hombre muy viejo. O quizá no tan viejo, pero sí muy gastado. Se había encogido de esa manera en que se encogen las personas que han padecido mucho sufrimiento físico. Como si el cuerpo se les hubiera quedado en esa pose torcida en la que se abraza fuerte una panza adolorida. El viejo iba sentado frente a mí en un bus que nos llevaba a un pueblo lejano. No importa qué pueblo, no viene al caso. Al viejo ya no le dolía nada, quizá le ardían los ojos desteñidos con los que miraba la ventana. Pestañeaba de seguido para humedecerlos, supongo. Yo intentaba leer un libro, estaba en la frase: “…y siempre quedaba el recurso de marcharse”; y me encantaba esa frase y me encantaba todo lo que venía después –era un libro que ya había leído. Pero la mirada se me iba cada tanto hacia la cara del viejo y trataba de no cruzarme con sus ojos. No debe ser lindo para un hombre gastado que alguien más o menos nuevo lo mire, reconociendo en él la peor de las tragedias humanas: el deterioro. Sus manos soportaron durante un rato mi atención: raquíticas, enrojecidas, deshollejadas. Era como si se las hubiera sacado de la muñeca, las hubiera metido en el microondas –uno, dos minutos–, y se las hubiera vuelto a poner, sin dejarlas reposar. “¿Qué leés?”, me dijo el hombre y yo aparté rápidamente los ojos de sus manos. “Un libro…”, le dije y alcé los hombros. “Ya”, dijo él y sonrió, creo. Imaginé que el viejo había perdido la costumbre de estirar la boca hacia los lados, porque esa supuesta sonrisa no le había salido fácil. A lo mejor, a lo largo de muchos meses, la mueca más recurrente del viejo fue la de arrugar la cara y separar levemente los labios para dejar salir un quejido muy bajito, porque ya ni fuerzas tendría para quejarse en serio, o porque cada vez que lo hacía el paciente de al lado lo insultaba. “Cuando yo era joven también me gustaba leer”, me dijo el hombre. Su voz, sorprendentemente, no estaba tan gastada como el resto de él. “¿Qué le gustaba leer?”, le pregunté y él me dijo que cualquier cosa. Después, cuando yo había vuelto a simular interés en mi libro y suponía que él en su ventana, volvió a hablar: “Hace mucho que no leo –se llevó las manos a los ojos y se los frotó–, ya no veo bien”. Yo asentí, cerré el libro, me pareció de mal gusto restregarle en la cara que mis ojos, en cambio, funcionaban perfecto. “¿No me leerías algo, jovencita?”, dijo el hombre. Y no sé por qué ese pedido intempestivo me emocionó: balbucee que sí, encantada, esas cosas. Me aclaré la garganta: “Para colmo, el mal tiempo…” –volví a leer desde el principio. Y el hombre recostó la cabeza en la ventana, y mi voz duró lo que el resto del viaje.




LOS INFORMÁTICOS - THE IT CROWD-




¡Ja! cualquier parecido con la ¡jijiji! realidad es ¡jajajjaja ! es pura coincidencia.



MADE IN WORLD

jueves, 15 de diciembre de 2011

Un cuento Chino.


 "No podremos salir", dice, "están amontonados ahí abajo como animales".
 Entonces Sonia grita, queriendo desatarse del brazo ardiente
 que la envuelve desde el sueño,
 y su primer alarido se confunde con el de Roland 
que inútilmente quiere enderezarse, ahogado por el humo negro.
J. Cortazar



No Florece viaja por:

MADE IN WORLD




Esta es Zagarzazú.




jueves, 8 de diciembre de 2011

Odisea No Florece

Control terrestre a mayor tom 
Control terrestre a mayor tom 
tome sus pildoras de proteinas y pongase su casco. 

Control terrestre a mayor tom 
comenzando cuenta en descenso, motores encendidos 
cheque la ignicion y que el amor de dios lo acompañe. 

Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, 
Cuatro, tres, dos, uno, despegue 

Este es control terrestre a mayor tom 
En verdad hizo noticia 
Y los periodicos quieren saber de quienes son las camisas que usa 
Es hora de abandonar la capsula si se atreve 

Este es el mayor tom a control terrestre 
Estoy atravesando la puerta 
Y estoy flotando en una manera muy peculiar 
Y las estrellas lucen muy diferentes hoy 

Aqui 
Estoy sentado en esta lata de aluminio 
Lejos, encima del mundo 
El planeta tierra es azul 
Y no hay nada que pueda hacer 

Aunque he pasado cien mil millas 
Me siento inmovil 
Y creo que mi nave espacial sabe hacia donde ir 
Diganle a mi esposa que la amo, ella sabe 

Control terrestre a mayor tom 
Sus circuitos estan muertos, algo esta mal 
Me puede escuchar mayor tom? 
Me puede escuchar mayor tom? 
Me puede escuchar mayor tom? 
Me puede.....



Yo con espíritu navideño.





jueves, 1 de diciembre de 2011

El mundo predecible



A Jesica por mi blog. 

Parte de mi monoambiente.
Bruscamente hace más calor, el silencio lo acentúa
o la digestión o el hastío porque seguimos sin
movernos de las mecedoras, apenas hamacándonos
en la oscuridad, fumando y esperando.
J.  Cortazar






Y el periodista le pregunta al entrevistado:- ¿ Inventamos el teléfono y no sabemos qué decir?
- Algo mucho peor- responde- no sabemos a quién llamar.